Aquí puedes seleccionar qué iconos quieres que aparezcan en el escritorio. Es posible ajustar otras peculiaridades visuales, como son los iconos del sistema que aparecen en el escritorio, y el cursor del ratón. Cuanto mucho más grande sea el tamaño, mucho más pixeles habrán y más pequeños van a ser.
En este momento, solo nos queda realizar doble click sobre él y corroborar que estamos seguro de que deseamos seguir con los cambios que se efectuarán con la ejecución de este. Asimismo tienes otros programas como Rainmeter, que permite añadir skins o widgets a tu escritorio, tanto con información meteorológica como un calendario o controles para la reproducción de música o más. Y también tienes otras apps de pago que a veces tienen la posibilidad de venir promocionadas, pero que siempre puedes cotillear a tu antojo cuando desees. Y por si acaso ni eso fuera suficiente, puedes pulsar en la opción de Investigar temas. Esto te abrirá la Microsoft Store en una sección con temas subidos por otra gente, tanto gratis como de pago, y vas a poder bajar las personalizaciones que más te gusten.
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Con ella, puedes cambiar sonidos del sistema fácilmente o emplear su sistema de paquetes de sonido para añadir más. La aplicación es de pago y cuesta 6 euros, aunque el primer mes de prueba es gratuito. Windows 11 no te va a permitir colocar la barra de tareas donde quieras como pasaba en las versiones anteriores, o sea algo que se ha perdido de momento. Sin embargo, sí que puedes poner el menú de inicio en la sección izquierda de la barra de tareas en caso de que no te persuada que esté centrado. El menú de inicio de Windows 11 se ha simplificado bastante respecto a Windows diez. Aun así, prosigue habiendo varias formas en las que vas a poder personalizar el menú de comienzo para dejarlo a tu manera.
Pero para llevar a cabo el régimen que a nosotros nos interesa en este momento, pinchamos en “Opciones”. Una vez en la novedosa ventana que hace aparición, en el panel de la izquierda elegimos la alternativa llamada “Colores”. En primer lugar, debemos confirmarnos de que está activada la casilla “Inhabilitar sombras de contenidos escritos de iconos para ajustar”. Predeterminado la misma viene desmarcada, con lo que deberemos cambiar su estado para de esta manera poder realizar el cambio de color que nos interesa aquí.
De Qué Sirve Cambiar El Aspecto De Windows
Sin embargo, esto es algo que igualmente podemos conseguir de un modo más efectivo haciendo uso de programas de otros, como pasa con el caso de Desktop Icon Toy. Después de instalarlo como cualquier otro programa, lo ejecutamos para que se sitúe en la barra de herramientas del sistema operativo. En la parte derecha observaremos que aparece un nuevo icono que nos servirá para configurar el programa como tal. Algo que debemos tener muy presente aquí es que las opciones de personalización en cuanto a tonalidades son muy extensas.
Dentro de esta sección, pulsa sobre la sección de Pantalla de bloqueo. Windows 11 ha devuelto el sonido de comienzo, con lo que es un poquito menos discreto. Pero mudar este y algún otro sonido de Windows sigue siendo igual de simple que siempre. Lo que debes realizar es ir a la opción de Mudar sonidos del sistema. Puedes ir desde la configuración de Windows, pero lo mucho más veloz es abrir el menú de inicio y escribir “cambiar sonidos” para que la sección te aparezca como primera opción.
Debajo, donde pone Tamaño lograras mudar el tamaño del puntero deslizando la barra hasta el tamaño que quieras. Para realizar esto, dentro de la sección de Personalización de la configuración de Windows, tendrás que entrar en el apartado de Barra de tareas. Allí, abre las opciones de Alineación de la barra de tareas, y lograras elegir entre centrada o izquierda.
Microsoft establece varios factores predeterminado a fin de que Windowssea un sistema operativo lo suficientemente estable y servible. O sea algo que perjudica tanto al aspecto del sistema operativo, como a su desempeño de adentro. Y si bien muchos de los elementos internos están fuera de nuestro alcance, en lo que se refiere a personalización la cosa cambia.
De Qué Manera Bajar Más Fuentes
Aprenda a mudar el tamaño de los iconos, el asegurador de pantalla, el fondo de escritorio, el tamaño del artículo y otros ajustes de escritorio o pantalla en Windows 8. Por último, tienes la opción de configurar la barra de tareas situads en la parte inferior del escritorio. Aquí vas a poder añadir novedosas funciones como una versión integrada del navegador, anclar páginas webs, documentos y programas, etc.
Escoja Un Idioma
Esto nos permitirá ver exactamente el mismo escritorio usando los dos al unísono. No mostrarán lo mismo sino que dispondrán del doble de espacio para las ventanas, por lo que actuarán como si fuera el mismo, pero panorámico. En el momento en que desplacemos el cursor hasta sacarlo por el del costado de uno, aparecerá en el otro monitor. Podemos escoger aspectos como la resolución o la orientación de la pantalla, entre otras. Tenemos la posibilidad de entrar a algunas opciones interesantes relacionadas con la pantalla. Las ventanas de Windows 7 se muestran con bordes redondeados, alguna trasparencia en los bordes, y un tono azulado predeterminado.
Dale A Windows Novedosas Funciones
Vamos a empezar por lo mucho más simple y básico, el cambiar el fondo de pantalla de Windows. En la columna de la izquierda pulsa en Personalización, y allí, aprieta en la opción Fondo para entrar a las opciones similares con el fondo de pantalla. Aparte de las opciones de personalización que trae Windows predeterminado, también vamos a poder disponer nosotros iconos personalizados para mudar completamente la apariencia de nuestro sistema. Ahora, tras activar este apartado que os mencionamos, aparecerá en esta sección una exclusiva opción para llamada “Mostrar fondo” que antes no se encontraba ahí. Al mismo tiempo se activará el botón “Mudar color de texto” que predeterminado no podíamos emplear. De este modo y gracias a la novedosa activación, ahora vamos a poder pinchar sobre el mismo, con lo que obtendremos una paleta de colores para seleccionar el color que deseamos emplear.