Pero asimismo somos el compendio de un millón de aportaciones del otro, porque absolutamente nadie es impermeable; y que todos esos pequeños añadidos constituyan una galaxia de buenas y enriquecedoras pretenciones depende de quién nos acompañe en el camino. Para esto, solo debes poner la palabra que deseas que aparezca en la oración, o el creador y clicar Buscar. No fué posible verificar que la frase sea Marcel Prévost. Ciertos la atribuyen a Marcel Prevert (del que no he encontrado información alguna).
Noemí Rey, madre de múltiples pupilas de Fuenllana, sugiere el libro “El despertar de la señorita Prim”, de Natalia San Martín. Una historia entretenida contada como un cuento en la que charla de la lectura de los tradicionales. En el Perú, el Día B es organizado por la Coalición Peruana de Editores Independientes que entre otras actividades promovieron la llamada “suelta de libros”. Maritxu Carreño, gerente de Fuenllana es una gran lectora y si bien podría recomendar varios libros, escogió “Guerra y paz” de Tolstoi.
Comunicar:
“El hallazgo afortunado de un óptimo libro puede mudar el destino de un alma”, afirmaba Marcel Proust.Es cierto que un óptimo libro provoca un cambio en nosotros, tiene aptitud de transformarnos. Y de este modo lo contaron el pasado 24 de octubre, Día de la Biblioteca, las participantes en la mesa redonda “Leer optimización tu vida”. El hallazgo favorecido de un buen libro puede cambiar el destino de un alma.
Este término aparece finales de los años noventa en el momento en que se creó el colectivo de Editores Independientes de Chile con el propósito de fomentar la variedad cultural aplicada al planeta del libro. En el 2010, la Coalición Internacional de Editores Independientes impulsa la creación del “Día Internacional de la Bibliodiversidad” que se celebra en esta primera ocasión el 21 de septiembre en Argentina, Chile, Colombia, México y en Tenerife (España). A este día se le conoce como el “Día B” que a partir del 2011 ha ampliado su predominación a múltiples países, provocando compromiso y difusión activa en los países que tienen dentro esta red internacional, impulsada por sus colectivos de editores. Hay un día en que un grupo de personas y editoriales independientes con bastante entusiasmo efectúan una actividad llamada “suelta de libros” que consiste en dejar un libro en distintos lugares públicos para que éste sea recogido por otra persona. Este día es el 21 de septiembre en el que en distintos países de Latinoamérica, Europa y África se festeja el “Día Internacional de la Bibliodiversidad”. Buscador de oraciones célebres, citas insignes, frases cortas, frases de amor, proverbios, refranes y estos de todos los tiempos.
Libros
En el público estaban representados todos los cursos de Secundaria, por medio de los Consejos de curso. No deberíamos magnificar los recuerdos que tenemos de aquellos que ya no están porque corremos el peligro de engañarnos hasta meditar que solo fuimos contentos, que solo esas personas nos amaban, nos comprendían u nos hacían sentir bien. Tú y yo contamos la suerte de que haya un montón de personas que nos quieren y se encargan de nosotras, y que todavía están aquí. En estos días he entendido que el abuelo no era mejor ni me quería más. Y fué aquí, en su casa, en sus panoramas, donde he comenzado a comprender que estamos tan solos como ciegos nos empeñemos en estar.
La reproducción de los contenidos presentados en esta web solo está tolerada, anterior autorización expresa de su titular y reseña clara de la dirección , para fines académicos y no lucrativo. Igualmente está contraindicado el plagio del diseño de esta web. El dueño va a tomar las medidas pertinentes para hacer servir sus derechos de propiedad intelectual.
Eugène Marcel Proust
El planeta era gris y solo si se aprendía a ver se volvía uno capaz de sentir algún retazo de colores brillantes. Había comenzado a entender que la felicidad surge de los brotes más pequeños e inesperados. Y se preguntaba si era viable que todas y cada una de las cosas buenas de la vida cupiesen en una librería. El mundo era gris y sólo si se aprendía a ver se volvía uno con la capacidad de percibir algún retazo de colores brillantes. Había aguardando a entender que la felicidad aparece de los bordes mucho más pequeños y también inopinados.