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La Educación No Cambia El Mundo, Cambia A Las Personas Que Van A Cambiar El Mundo

Tenemos un año por delante muy interesante, con propuestas creativas y también inspiradoras para acompañar, sensibilizar y mudar a quienes van a cambiar el mundo. Como he señalado Giroux; “La pedagogía crítica, para Freire, significaba imaginar la alfabetización no solo como dominio de habilidades concretas, sino más bien asimismo como un método de intervención, una forma de aprender y leer la palabra como base para intervenir en el mundo”. Se consideran varios puntos de la vida académico, la asistencia al estudiante y la ordenación del trabajo. Aquí puede leer productos atrayentes sobre la redacción de proposición y pruebas de términos, participar en discusiones sobre los inconvenientes planteados.

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“La Educación no cambia el planeta, cambia a quienes van a cambiar el planeta” por Ángel Pérez. Si la esperanza es el alma de la educación, entonces conocerse a sí mismo o a otra persona es entender que espera enserio. Por el hecho de que el hombre es criatura cuyo fin está orientado al futuro en vía de hacerse y es quizá esté el sentido mucho más profundo del quehacer educativo, ya que siendo este el alma de la educación alcanza a ser el cumplimiento y realización de la persona como persona, pero sin ella ¿Quién puede atreverse a educar? ¿Quién puede tener el valor de afrontar el futuro desconocido e dudoso?

Freire a través de su propuesta de pedagogía crítica, invita a los actores del desarrollo educativo a formar sujetos críticos y reflexivos, con conciencia colectiva de cambio, de transformación; a que se parta de su práctica específica, se vaya a la teoría y se vuelva a la práctica transformada . El desarrollo educativo siempre y en todo momento ha estado en desarrollo y a la búsqueda de alternativas que afirma el derecho a la población a una educación con calidad, logrando de este modo nuevas y mejores formas de producir estudio significativo. Será, sobre los 7 años cuando nuestros hijos descubran totalmente todos estos valores que constituyen su sabiduría popular. Es, ese momento, en que comienzan a dar mucho más importancia a la amistad, a saber lo que supone esa compromiso afectiva, a comprender y a disfrutar de la colaboración, atendiendo a pretensiones ajenas y a intereses distintas a los propios. Al fin y al cabo, la edad mágica comprendida entre los 2 y los 7 años, es la que Piaget llamaba como “estadio de sabiduría intuitiva”. Es aquí donde los pequeños, a pesar de estar supeditados al planeta del adulto, van a ir despertándose progresivamente al sentido del respeto, a intuir ese cosmos que va alén de las propias pretensiones para descubrir la empatía, el sentido de la justicia y como es natural, la reciprocidad.

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El título de esta columna es el reconocimiento del pedagogo Paulo Freire al impacto que tiene la profesión del profesor, la educación, en el desarrollo del ser humano, en el grupo de la sociedad y en el precaución de la tierra. Es de sumo interés poner de manifiesto que es lo que tenemos la posibilidad de decir de pedagogía en estos momentos, como el común de la multitud puede denotar este término. Esta web utiliza Google+ Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del lugar, o las páginas más populares.

La Educación no cambia el planeta, cambia a las personas que van a mudar el planeta. Los neurocientíficos nos recuerdan que el sistema neuronal de un niño está planificado genéticamente para “conectarse” con los demás. Incluso las ocupaciones más rutinarias como alimentarlos, bañarlos o vestirles se transforman en improntas cerebrales que prefiguran, en un sentido u otro la respuesta emocional que tendrá ese niño más adelante.

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“La educación es el arma mucho más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo” o “la educación es la llave para abrir la puerta de oro de la independencia” son oraciones de Nelson Mandela y George Washington Carver, que reflejan de manera perfecta la relevancia transformadora de la adquisición de entendimientos. Esta situación no ha permitido que la educación se haya detenido se haya estancado, a la inversa, han surgido nuevas y mejores ideas, maneras de hacer innovadores proyectos, no es el momento de quedarse atascados esperando que ocurra algo para lograr actuar, es necesario llevar a cabo de estos momentos importantes cambios, enormes iniciativas. Aunado a ello, la coyuntura socio- política señala de todos modos cuales son los lineamientos a impartir desde los procesos académicos. El brasilero Paulo Freire pensaba que la educación no cambia al planeta; cambia a quienes van a cambiar el planeta. Por esa razón, educar no es transferir conocimientos sino más bien hacer las posibilidades para su producción o su construcción. Hablar de pedagogía de esperanza en un contexto de sociedad cada vez marcado por la indecisión de no saber que pueda pasar mañana, la agitada situación social y política que vive nuestro país y el mundo entero, estos son varios de los pilares de una sociedad llena de temores y también incertidumbre, pero donde precisamente por lejísimos que se vea reina un espíritu de superación y crecimiento.

El diseño de nuestros cerebros, por así decirlo, nos hace sentirnos implacablemente atraídos por su parte por otros cerebros, por las relaciones de todos aquellos que están a nuestro alrededor. Así pues, un niño que es tratado con respeto y que desde una edad temprana se ha habituado a percibir la palabra “gracias”, comprenderá de forma rápida que está ante un refuerzo positivo de enorme poder y, que sin duda, irá desentrañando de a poco. UPNA- en la asignatura “Género y trabajo popular” del nivel de Trabajo Social. En SETEM y en el software de Escuelas Solidarias charlamos de Educación Transformadora para la ciudadanía global, donde queremos fomentar en la comunidad didáctica la sensibilización y la toma de conciencia sobre la necesidad de una ciudadanía global generadora de una cultura de solidaridad, comprometida en la lucha contra la pobreza y la exclusión y sensibilizada con la urgente necesidad de cumplir la Agenda 2030 y los Objetivos de Avance Sostenible .

Actualizado A 29 De Julio De 2015 Nuestra Historia La Calidad La Hacemos Todos

Y sobre todo ¿Quién puede atreverse a acompañar y guiar a través del bien difícil reto de esta resistencia? Tenemos la posibilidad de pensar que la educación no cambia al planeta, pero sí, el comprender que eres importante para alguien y por ese alguien, por esa persona que da una palabra de aliento tenemos la posibilidad de ser mejores personas, esa conducta hace que la persona que recibe la ayuda prenda la chispa de la humanidad y esto conlleva a esmerarnos en ser mejores humanos y motivarnos a ofrecer lo que recibimos y es allí cuando iniciamos una cadena de favores que cambiará el mundo de cada ser humano al que asistimos. Desde esta óptica, la Asociación Caritativa Estrellas del Mar apoyamos a la Asociación “Vivir y Educar”-ASOVIED alineándonos con sus acciones e intervenciones dentro del área educativa para garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad desde programas colega-académicos que fomentan la inclusión y la capacitación para el desarrollo personal y comunitario de colectivos en situación de vulnerabilidad, marginación o exclusión popular. “La educación es el arma mucho más vigorosa que puedes usar para mudar el planeta”. La educación nos permite comprender mejor el planeta en el que vivimos y qué sucede a nuestro alrededor, desde múltiples perspectivas y no solo desde la que nos cuentan. La educación ayuda a moldear un mundo sin crueldad, con sueños y esperanzas desde la formación de buenos seres humanos con tolerancia, valores y conocimiento para cambiar al mundo para bien.

Aunque una persona tenga interés en cambiar, sencillamente estas razones son las que le impiden hacerlo y sostiene su accionar y forma de ser toda su vida. La mayoría de la gente siente deseos por mudar, no obstante, existe un impulso por mantener las cosas como están.

Es necesario recalcar es este escenario de ideas y poner de manifiesto algo que nos parece primordial, que el proceso educativo no es nomológico o individualista, sino que se articula y desarrolla principalmente en la relación, en el vínculo entre educador y educando. Acá no es tanto la atención ni en el educador ni el educando sino en el vínculo que se establece entre ambos. La calidad y éxito en este desarrollo como relación y unión, como un juego de libertades en donde el profesor cultiva en el educando la semilla de la promesa, del rencuentro, su talento potencial, y este a su vez va adquiriendo mediante este vínculo su autonomía servible y no tan solo eso sino más bien la aptitud y la fuerza de dar lo que es en la sociedad, su ser de persona con lo que es y puede ser.

Para hacer una sociedad basada en el respeto mutuo, en la que el civismo y la consideración marquen la diferencia, es necesario invertir en esas pequeñas prácticas sociales, a las que en ocasiones, no prestamos la relevancia que meritan. Porque la convivencia se fundamenta al final de cuenta en la armonía, en esas relaciones de calidad, fundamentadas en la tolerancia donde todo niño debería iniciarse desde una edad temprana. Durante los años enseñando y formando a niños, desde el colegio Miraflores observamos, como un valor primordial en el desarrollo evolutivo de nuestros alumnos, el trasmitir a los niños la relevancia de “dar las gracias”, de “pedir por favor” o de decir “buenos días” o “buenas tardes”, y pensamos que esto va más allá de un fácil acto de cortesía. Estamos capitalizando en conmuevas, en valores sociales, y frente todo, en reciprocidad. Comprendemos que el cambio hacia un modelo de avance mucho más humano y sostenible se debe ofrecer desde aquí, en el “accionar local” y es por eso que es necesario rememorar que los ODS solo van a ser un instrumento al servicio de un cambio social válido si todas y cada una la gente los ponemos en práctica en nuestro día a día.