/** * */ Señor Dame Serenidad Para Aceptar Las Cosas Que Yo No Puedo Cambiar - Revista de la energía

Señor Dame Serenidad Para Aceptar Las Cosas Que Yo No Puedo Cambiar

En estos juegos diarios de cacería, comenzamos por ver, cosas como los zapatos de la chica de enfrente, el bigote del señor que baja la escalera, las manos del chico que va al costado, que lógicamente no puede dejar de morder sus uñas. Olfateamos el aliento del hacinamiento en el transporte urbano, distinguimos el perfume, el humor. El obrero de las doce usó su desodorizante, el cholo de adelante trae colonia económica. Producimos ideas que no comprobaremos nunca, jamás nos acercaremos a otra persona. Hemos perdido la humanidad de la que nos creíamos dueños. Jugamos a ser leones, cebras, ñúes, a ser hienas, elefantes, buitres.

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No tiene que ver con admitir cualquier cosa que pase. Tras todo, ¡acabo de decir que tu objetivo debería ser presentar el más destacable currículo posible! Pero algo que caracteriza a las personas sabias es la aceptación de que las cosas no en todos los casos van como queremos.

En cuanto entré en el abarrotado vagón, aprecié que me costaba avanzar mucho más de lo habitual. Un tipo joven bloqueaba el paso delante de mí, sin que yo pudiera entender por qué. Pero entonces, un segundo bastante tarde, me percaté.

La Oración De La Tranquilidad En Su Forma Completa:

Suimaginemos que estás preparando tu currículo para un posible ascenso en el trabajo. Si tu misión es hallar esa promoción, podrías llevarte un chasco. No hay garantía de que lo consigas, por el hecho de que el resultado no está bajo tu control. Si bien es cierto que puedes influir en él, también es dependiente de una serie de cambiantes ajenas a tu esfuerzo, introduciendo la potencial competencia de otros usados, o que quizás no le caigas bien a tu jefe, por incomprensible que esto sea.

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Fué una parte de Alcohólicos Anónimos desde entonces y asimismo se ha utilizado en otros programas de doce pasos . “Nunca habíamos visto tanto AA en tan pocas palabras”, apuntó Wilson. En su edición de enero de 1950, Grapevine, The International Journal of Alcohólicos Anónimos , identificó a Niebuhr como el constructor (págs. 6–7), de la misma el sitio de AA. Esta hermosa oración fue escrita por el teólogo y politólogo estadounidense Reinhold Niebuhr en mil novecientos cuarenta y tres.

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Todas esas ideas que tenemos acerca de nosotros mismos que no dejan aflorar tu esencia real. Asimismo podemos aceptar cambiar el dar explicaciones, que es algo que tiene que ver con defender la imagen. Por poner un ejemplo, llegar tarde a un lugar y no solo no comunicar, sino dedicar unos minutos a explicar por el hecho de que llegaste tarde es absurdo, y esto sí que podemos cambiarlo. Y su eficacia no se restringe a las pequeñas inconveniencias de la vida, como el episodio que les acabo de describir. James Stockdale, conduzco de caza en la guerra de Vietnam, fue derruido y pasó siete años y medio en la cárcel de Hoa Lo, donde fue torturado y de forma frecuente recluído en una celda de aislamiento. Agradece a Epicteto el haber sobrevivido a esa muy dura experiencia, al haber aplicado instantaneamente la dicotomía del control a su situación extrema como cautivo.

Esto no solo salvó su historia, sino le permitió coordinar la resistencia desde en la prisión, en su situación como oficial de mayor rango. Dios, danos la gracia para admitir con tranquilidad las cosas que no se pueden cambiar, valor para mudar las cosas que tienen que cambiar y la sabiduría para distinguir el uno del otro. A esas barreras que nos autoimponemos que no nos dejan disfrutar de la vida, que no nos dejan respirar, saltar, querer, vivir al fin y al cabo. Charla de madurez, de afrontar responsabilidades, de nuevos retos que no conocíamos en la infancia, de como la vida no es tan bonita cuando hemos crecido. Todos nos hemos sentido desorientados en algún momento en esta vida.

Señor Dame Fuerza Para Admitir Lo Que No Puedo Cambiar

La oración se difundió velozmente, habitualmente sin atribuirla a Niebuhr, por medio de los conjuntos de la iglesia en las décadas de 1930 y 1940, y fue adoptada y popularizada por Alcohólicos Anónimos y otros programas de 12 pasos. La Oración de la Serenidad apareció en un sermón de Niebuhr como parte del Libro de Oraciones y Servicios para las Fuerzas Armadas de 1944, al paso que nuestro Niebuhr la publicó por vez primera en 1951 en una columna de una gaceta. La oración se extendió de manera rápida, de forma recurrente sin atribuirla a Niebuhr, a través de los conjuntos de la iglesia en las décadas de 1930 y 1940 y fue adoptada y famosa por Alcohólicos Anónimos y otros programas de 12 pasos. Dios, dame la serenidad de admitir las cosas que no puedo mudar; valor para mudar las cosas que puedo y sabiduría para admitir la diferencia.. SOLO TE PIDO OTRA OPORTUNIDAD PARA ENTREGARME A TI Hay algo en mí que me molesta No puedo hacer las cosas Como se deberían hacer. Sé que jamás me abandonaste, Sino más bien yo soy quien se distanció de ti.

Por favor toma mi incredulidad Toma mi orgullo y soberbia. Oh, dame mucho más fortaleza para no tropezar Dame amor, santidad y el espíritu santurrón para no caer jamáS Enséñame más de ti, más de tu palabra Para que yo logre llegar a tu estatura. Hay ciertos juegos que disponemos en esta jungla de asfalto, que como en la auténtica selva, tiene presas y predadores, materias primas y parásitos. En ocasiones ganamos, a veces perdemos; Esa es la única regla que hay que admitir. Hasta el mayor cazador es presa de alguien, pero como humanos (dueños de todo por derecho divino) no lo sentimos de esta manera.

Mientras que mi atención estaba puesta en él, su compinche había metido la mano en mi bolsillo delantero izquierdo, había cogido mi cartera, y salía del vagón, seguido instantaneamente por su cómplice. Las puertas se cerraron, el metro arrancó, y yo me vi sin dinero, sin carnet de conducir, y debiendo anular y regresar a solicitar unas cuantas tarjetas de crédito. El sentimiento de trasfondo de esta plegaria es antiquísimo, y ya aparecía en manuscritos budistas del siglo VIII, tal como en la filosofía judía del siglo XI. La versión más vieja que recuerdo, no obstante, es la del pensador estoico Epicteto. Activo en la Roma del siglo II, y después en Nicópolis, en el oeste de Grecia, Epicteto decía que somos causantes de determinadas cosas, pero que hay otras de las que no se nos puede hacer causantes.

Sobre El Creador

Aumenta mi fe, Dame mucho más fortaleza, Dame mucho más de tu felicidad. Te entrego mis cargas y dolencias, Te doy mi corazón para que me limpies, Te entrego mi vida y mi familia Y quiero caminar siempre y en todo momento contigo. Solo tú me das amor perfecto, Solo tú me levantas, Solo tú me sostienes, Y me tienes en la palma de tu mano.

¿Celebraremos el monopolio de una pareja, el monopolio de una amistad? ¿Celebraremos que estando solteros no vamos a tener en quien gastar? A este paso, vamos a dejar de ser complemento, sino más bien propiedad vamos a ser “mi novia, mi novio, mi chava, mi chavo” mío, mío, mío…