Para unas víctimas de nada sirve decir que se siente su dolor si se es incapaz de decir que no tuvo justificación. Y para otras víctimas de nada sirve que les comenten que es injustificable lo que les ocurrió si todo ello va envuelto en una capa de impunidad tanto individual como colectiva. En definitiva, en los dos casos lo que se busca no es un juego de palabras, sino un acto de sinceridad y de autenticidad. Pongamos un ejemplo, desde mi punto de vista bastante ilustrativo, de cómo cada una y uno de nosotros somos capaces de aseverar qué es lo que ocurrió en el pasado en este país. Charlamos de la serie Patria y de las reacciones con exactamente la misma.
Este país necesita de un proceso de estas peculiaridades. Un desarrollo donde se encara el pasado desde las necesidades de las víctimas, donde se ubica a los y las presas como activos en la construcción de la paz y la convivencia, y donde el procurar comprender sustituye al intentar convencer. Una vez una víctima de ETA me sorprendió al decirme que cuanto mucho más nos comprendía mejor le hacía, aun no compartiendo en lo más mínimo lo que llegaba a entender. Y creo que eso es lo que nos falta, procurar comprender un poco más, ser aquello que hacemos para mudar lo que somos.
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La actitud, en ocasiones de personas con las que comparto mi ambiente, es similar. No es que miccionen por las esquinas, pero sí que sostienen una actitud no racional para dejar claro cuál es su sitio. Entablan inagotablemente una defensa de su espacio físico y emocional, tratando evitar el que alguien les realice desconfiar y dudar de sus propias habilidades.
Su directivo, Aitor Gabilondo, manifestó que la serie Patria no es la verdad, ni que quiere serlo, pero habrá quienes en esta guerra del relato emplearán todos y cada uno de los recursos a su predisposición a fin de mostrar lo opuesto, o sea, que esa es la verdad. Hay quién se molesta porque en el cartel del anuncio de Patria se muestre un individuo que es torturada, aseverando una equiparación, y estimando que ese cartel no representaba la verdad de lo ocurrido. Pero por otro lado, y en algún caso sin no ver la serie, habrá quién se atreva a asegurar que Patria no recopila la realidad de lo ocurrido. Habrá quién se fijará en los detalles para afirmar que la serie tergiversa el pasado, malinterpreta la realidad, y que solo recoge una parte de lo ocurrido. Fue obrero de factoría, dibujante, pintor, mensajero, mecanógrafo y cajero de banco; después se arrancó a ser escritor y periodista y activista y analista político e histórico. Escribió dos obras escenciales,Las venas abiertas de América Latina y Memoria del fuego , que fueron traducidos a veinte lenguajes.
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Indudablemente hubo otras series o documentales que pudiésemos usar, pero pienso que ésta, por su repercusión mediática, expresa más claramente lo que quisiera apuntar. El contrato de matrimonio importa mucho más que el amor, el funeral más que el muerto, la ropa más que el cuerpo, el físico mucho más que el intelecto y la misa más que Dios. Si el pasado no posee nada que decir al presente, la historia puede quedarse dormida, sin incordiar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces. El sistema nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura, y así nos enseña a reiterar la historia en lugar de hacerla. Las desgracias se repiten como imposturas, anunciaba la célebre profecía.
En primer lugar, pues su situación de excepcionalidad resulta injusta. Seguidamente, pues el cuidado de esa situación dificulta enormemente mayores pasos en la construcción de la convivencia. En tercer rincón, por el hecho de que los presos y las presas asimismo pueden ayudar a sanar las heridas de las víctimas, aportar a la convivencia. Y en cuarto rincón, porque asimismo están en su derecho a acogerse a la libertad condicional. Hay quién ha querido situar la serie Patria en la VERDAD, en aquello que ocurrió, “eso fue de esta forma” y “eso es lo que ocurrió”.
Y de esta forma, mientras que transcurre el día, vas quitándote y poniéndote individuos. Y, dentro de cada rol, las “submodalidades”, no tratamos de la misma manera a un individuo que a otra desde exactamente el mismo personaje. Acepto suscribirme a la lista de correo de New Deal para recibir información. No obstante, parece ser que la mayor parte de personas de este mundo no terminan de estar satisfechas con lo que cosechan, con lo que alcanzan en su historia.
Extracto De Linkedin Aptitud O Actitud
Si buscáramos las acciones que han definido en el pasado a esta red social, indudablemente, encontraremos acciones que son dignas de rememorar, por sus conquistas y avances. Pero asimismo encontraremos acciones que no quisiéramos reiterar, acciones que nos dividieron como comunidad, que nos distanciaron, y que complicaron, o aun impidieron, la construcción de una red social unida. Ah, un último misterio, también puedes cambiar desde dentro y desde fuera al unísono. A eso se le llama Avance Profesional y Personal y es el campo donde yo trabajo, es mi manera de asistir, de ganarme la vida. Al mandar el formulario admites la política de intimidad de NewDeal.
No es requisito que pierdas años y ocasiones, en un caso así sí es capaz tomar el hatajo, ir directo a los resultados. La complejidad del comportamiento humano está condicionada por infinidad de cosas y de matices. Nos encontramos programados para eso, hemos desarrollado los programas y ahora ellos funcionan como si tuvieran vida propia. Siembran por nosotros y para nosotros, pero lo hacen al margen de nuestra consciencia, de nuestra genuina voluntad, se tata únicamente de hábitos, de prácticas. Apenas pones un pie en el suelo justo al despertarte, juegas el rol de “zombi”.
Fíjate, los Upanishad, nombre con el que se conoce a los mucho más de 200 libros sagrados hinduistas, datan de entre 700 y 200 años antes de Cristo. Y aunque los estudiosos no terminan de ponerse en concordancia del todo en las datas, siglo arriba, siglo abajo, lo verdaderamente considerable es que hace entre 2.000 y 3.000 años que algunas personas ya tenían las cosas de este modo de visibles. Trabajar haciendo cine documental siempre y en todo momento es un obsequio, porque es un trabajo que tiene todo lo bonito de un proceso creativo y asimismo todo lo bonito de la vida.
Aquí hay algo que “no termina de cuadrar”, algo no funciona bien. Este documental es un trabajo, sí, pero también es una celebración, una celebración de Quiero. Y por toda esta fiesta deseamos daros las gracias, por habernos dado las alas para ser libres en este emprendimiento y haber compartido con nosotras diálogos inspiradoras que han allanado el terreno e ido marcando los caminos por los que hemos transitado durante estos últimos meses. El cine, y más en concreto el cine documental, es la representación artística más próxima a la verdad y por consiguiente tiene el poder de transformarnos. Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para mudar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre impactante sin- proposición de las contradicciones nuestras de cada día.